[Tenipuri] En un autobús en llamas encontré mi hogar (gen)
Fandom: Prince of Tennis
Personaje/s: Seigaku.
Tema: Zombies
Advertencias: Ninguna.
Notas: Punto de vista de Momoshiro. Amistad, waff y crack. 508 palabras. Escrito originalmente para la comunidad Tenipuri_es en Livejournal
Que nadie se atreva a decir que Momoshiro Takeshi no es un genio.
No tendrá el absurdo talento innato de su capitán (con el complot interestelar del universo mismo apoyándolo), ni la irracional facilidad de Fuji para encontrar una respuesta a todo golpe, ni siquiera la neurótica experiencia de Oishi o la casi obsesión de su mejor amigo; pero en esta ocasión, él es el único que sabe qué hacer.
Porque, hey, leyó Guerra Mundial Z dos veces; y no jugaba Resident Evil religiosamente sólo para evitar la tarea de química y verle las piernas a la protagonista (...no siempre, al menos). La realidad es que se ha estado preparando para este momento por años.
Para el día en que Kikumaru llegase corriendo con una horda de zombies tras de sí y sus conocimientos sobre una relativamente agradable supervivencia (y cómo convertir una pala en un arma mortal) fuesen necesitados.
Así que mientras el resto del equipo de tenis de Seigaku trata de recuperar la calma tras su carrera por las calles de Kanto -que es más incredulidad que fatiga-, Takeshi se adelanta al lote de renta de autos, sonríe al encargado cuyos ojos destilan condescendencia, y lo noquea con un golpe en la mandíbula.
-
Un viejo autobús es el nuevo hogar del equipo. Ex-equipo, tal vez, ya que el tenis ha sido reemplazado por cacerías, pequeñas guerrillas y una exhaustiva búsqueda por un libro de hechizos. Los asientos en un principio vacíos han sido ocupados por una pequeña parte de sus familias (los hermanos de Momoshiro y Fuji desde el primer día; los de Kikumaru cuando su madre fue infectada), y porque Takashi regresó a su hogar una semana después del día 0.
Pero principalmente porque Momoshiro es tácitamente el líder ahora. De vez en cuando realiza preguntas hipotéticas a Tezuka y obtiene pruebas de una confianza que le hace sentir extrañamente inadecuado para el papel; y Oishi da confort y consejo cuando le busca; pero nadie intenta reemplazarle ni cuestiona sus decisiones más allá de '¿otra vez sardinas?'; así que no es precisamente vanidad lo que le lleva a pensar que tal vez está haciendo algo bien.
Por lo que comienza a memorizar pequeñas cosas.
Como el hecho de que Eiji no puede dormir sin sus hermanos apoyados en su regazo y que Tezuka disfruta el reto en los ojos de Shuusuke durante sus juegos de Go pero encuentra tranquilidad presionado contra el costado de Oishi. Que Kaidoh aún busca la guía de Inui, pero intercambia su vaso con el de su superior cuando éste sonríe de cierta manera. Que al 'fin de los tiempos', como una de las pocas estaciones de radio aún en aire llama a estos días en que Seigaku es más una familia que una escuela en ruinas, Echizen aprende a reír.
Takeshi piensa escribir estas memorias cuando exterminen al último zombie (y si se siente lo suficientemente generoso, evitará mencionar que Kikumaru fue el que accidentalmente alzó al primer no-viviente).
Empezará más o menos así:
“Llámenme Momo-chan-senpai.”
Personaje/s: Seigaku.
Tema: Zombies
Advertencias: Ninguna.
Notas: Punto de vista de Momoshiro. Amistad, waff y crack. 508 palabras. Escrito originalmente para la comunidad Tenipuri_es en Livejournal
Que nadie se atreva a decir que Momoshiro Takeshi no es un genio.
No tendrá el absurdo talento innato de su capitán (con el complot interestelar del universo mismo apoyándolo), ni la irracional facilidad de Fuji para encontrar una respuesta a todo golpe, ni siquiera la neurótica experiencia de Oishi o la casi obsesión de su mejor amigo; pero en esta ocasión, él es el único que sabe qué hacer.
Porque, hey, leyó Guerra Mundial Z dos veces; y no jugaba Resident Evil religiosamente sólo para evitar la tarea de química y verle las piernas a la protagonista (...no siempre, al menos). La realidad es que se ha estado preparando para este momento por años.
Para el día en que Kikumaru llegase corriendo con una horda de zombies tras de sí y sus conocimientos sobre una relativamente agradable supervivencia (y cómo convertir una pala en un arma mortal) fuesen necesitados.
Así que mientras el resto del equipo de tenis de Seigaku trata de recuperar la calma tras su carrera por las calles de Kanto -que es más incredulidad que fatiga-, Takeshi se adelanta al lote de renta de autos, sonríe al encargado cuyos ojos destilan condescendencia, y lo noquea con un golpe en la mandíbula.
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Un viejo autobús es el nuevo hogar del equipo. Ex-equipo, tal vez, ya que el tenis ha sido reemplazado por cacerías, pequeñas guerrillas y una exhaustiva búsqueda por un libro de hechizos. Los asientos en un principio vacíos han sido ocupados por una pequeña parte de sus familias (los hermanos de Momoshiro y Fuji desde el primer día; los de Kikumaru cuando su madre fue infectada), y porque Takashi regresó a su hogar una semana después del día 0.
Pero principalmente porque Momoshiro es tácitamente el líder ahora. De vez en cuando realiza preguntas hipotéticas a Tezuka y obtiene pruebas de una confianza que le hace sentir extrañamente inadecuado para el papel; y Oishi da confort y consejo cuando le busca; pero nadie intenta reemplazarle ni cuestiona sus decisiones más allá de '¿otra vez sardinas?'; así que no es precisamente vanidad lo que le lleva a pensar que tal vez está haciendo algo bien.
Por lo que comienza a memorizar pequeñas cosas.
Como el hecho de que Eiji no puede dormir sin sus hermanos apoyados en su regazo y que Tezuka disfruta el reto en los ojos de Shuusuke durante sus juegos de Go pero encuentra tranquilidad presionado contra el costado de Oishi. Que Kaidoh aún busca la guía de Inui, pero intercambia su vaso con el de su superior cuando éste sonríe de cierta manera. Que al 'fin de los tiempos', como una de las pocas estaciones de radio aún en aire llama a estos días en que Seigaku es más una familia que una escuela en ruinas, Echizen aprende a reír.
Takeshi piensa escribir estas memorias cuando exterminen al último zombie (y si se siente lo suficientemente generoso, evitará mencionar que Kikumaru fue el que accidentalmente alzó al primer no-viviente).
Empezará más o menos así:
“Llámenme Momo-chan-senpai.”